A los 50 años, la vida puede tomar giros inesperados. Hoy, te contamos la historia de Adriana, una mujer que decidió cambiar el rumbo de su vida.
Adriana es madre y terapeuta de Reiki. Durante años, su vida giró en torno a su relación, pero un día, se dio cuenta de que las cosas habían cambiado.
-"Nunca imaginé que terminaría con una relación que había sido parte de mi vida durante tanto tiempo. Pero entendí que aferrarme a algo que ya no funcionaba no era la respuesta.
Lejos de los estereotipos sociales, Adriana decidió soltar los remos de esa balsa que había guiado durante años.
-Nunca es tarde para comenzar de nuevo. Elegí una vida en paz, sin conflictos, y lo hice por el bien de ambos.
Pero, ¿qué pasa después de un divorcio a los 50? La vida puede ser un nuevo comienzo lleno de oportunidades.
Adriana ha descubierto nuevas pasiones, ha hecho nuevos amigos y ha aprendido a valorarse a sí misma.
La terapia y el autoconocimiento han sido claves en su proceso de sanación.
La vida después de los 50 puede ser un viaje de autodescubrimiento y renovación.
Adriana nos enseña que nunca es tarde para encontrar la paz y la felicidad.